20 noviembre, 2008
boda en melbourne
Son siempre los momentos inesperados los que hacen que las bodas sean tan memorables. Por eso, nunca olvidaré cuando el bebé de Belinda y Jacques, Jeremy, se quedó dormido cuando se suponía que debía haber entregado sus anillos de boda. Fue lo más tierno que he visto en mucho tiempo. Y luego, cuando sus padres llegaron a la recepción, salió corriendo a saludarlos, lleno de emoción. Demasiado, demasiado tierno. Además, la ubicación tanto de la ceremonia ( Rippon Lea Estate ) como de la recepción ( The Willows ) fueron tan románticas y hermosas que me recordaron a muchas de las grandes fincas inglesas. Pero eso es Melbourne... Y una excelente manera de pasar el fin de semana.